Translate

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Hípica Paralímpica

La doma paralímpica comenzó a desarrollarse en los años 70 y sus primeras competiciones se celebraron en Gran Bretaña y en los países escandinavos. Desde entonces, este deporte abierto a todas las discapacidades se ha expandido por el mundo, de forma que ahora se practica regularmente en más de 40 países.

En el programa de los Juegos Paralímpicos se disputan tres pruebas de doma: la de Equipos, formados por tres o cuatro jinetes; la Individual y la de Estilo Libre, en la cual cada deportista puede elegir los movimientos y la música. En todas ellas, jinete y caballo deben ir en armonía, generando una imagen de ligereza y ritmo.

Para calcular el resultado de la competición por Equipos se suman esta prueba y la Individual, aunque sólo se tienen en cuenta las puntuaciones de los tres mejores jinetes. Mediante este sistema, se obliga a todos los deportistas a participar en Equipos, aunque su país no cuente con suficientes representantes como para formar conjunto. Para conceder las medallas individuales, en cambio, se valoran tanto el propio ejercicio como el de Estilo Libre.

Los jinetes paralímpicos se agrupan en cinco grados según su discapacidad, en función de los cuales aumenta la complejidad de los movimientos a realizar. Así, los deportistas del Grado Ia son aquellos cuya capacidad funcional para montar a caballo se ve muy afectada, mientras que los del Grado IV son los que tienen menos mermadas sus habilidades.

Este sistema de clasificación garantiza que se valoren los méritos y no la discapacidad del deportista en cada competición. Además, está permitido el uso de fustas, barras para conectar las riendas e incluso señales sonoras para los jinetes ciegos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario